Las nueces y las semillas son un alimento básico en muchas dietas basadas en plantas, y por una buena razón. Además de ser una buena fuente de proteínas, fibra y otros nutrientes, también son ricas en grasas saludables.
Las grasas dietéticas son una parte esencial de una dieta saludable, ya que proporcionan energía, favorecen la absorción de vitaminas liposolubles y ayudan a mantener la integridad de la membrana celular. Sin embargo, no todas las grasas son iguales. Algunos tipos de grasas, como las grasas saturadas y las grasas trans, pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud. Por otro lado, las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se encuentran en frutos secos y semillas, pueden tener un efecto protector sobre la salud.
Las grasas monoinsaturadas, también conocidas como grasas "buenas", pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol malo y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Se encuentran en grandes cantidades en nueces y semillas como almendras, nueces y anacardos.
Foto: Parmesano de anacardos en tallarines a la boloñesa
Las grasas poliinsaturadas, que incluyen los ácidos grasos omega-3 y omega-6, también se consideran grasas "buenas". Se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3, en particular, tienen una serie de beneficios para la salud, incluida la reducción de la inflamación, la mejora de la salud del corazón y el apoyo a la salud del cerebro. Buenas fuentes de ácidos grasos omega 3 incluyen semillas de lino, semillas de chía y nueces.
Es fácil incorporar nueces y semillas en su dieta. Se pueden agregar a ensaladas, cocinar o comer solos como refrigerio. Solo practique el control de las porciones, ya que las nueces y las semillas tienen muchas calorías y pueden contribuir al aumento de peso si se consumen en exceso.
Así que no tengas miedo de agregar nueces y semillas a tu dieta basada en plantas. ¡Son una forma sabrosa y nutritiva de llenarse de grasas saludables!